Le pedimos a distintos miembros de la comunidad ArqFilmFest que respondieran a la pregunta ¿De qué hablamos cuando hablamos de cine y arquitectura? Acá las reflexiones del arquitecto Martín Schmidt, miembro del jurado de la competencia internacional 2013.
Leí a un crítico de arquitectura que dijo que no existen los arquitectos de vanguardia, ya que nuestro quehacer sería más bien un reflejo del presente. Y es verdad. Los arquitectos siempre hemos ido detrás de los adelantos tecnológicos y de aquellos que han generado los movimientos sociales y culturales. De esta manera, acomodando muros y ventanas, hemos estado siempre atentos para acoger las nuevas formas de habitar.
De ahí que me interesa lo que refleja el cine, aunque primero tengo que aclarar que no soy un cinéfilo, algo muy propio de los arquitectos que “sabemos poco de mucho”; nos gusta el arte por la composición y el equilibrio, la música por el ritmo y el silencio, algo conocemos de ingeniería para poder mostrar a los ingenieros lo que queremos, lo mismo de construcción para los constructores y, así. Creo que reconocemos en cada uno de ellos su talento y, quizás, eso es lo bueno de nuestra profesión, que disfrutamos y nos maravillarnos con todo, pues es lo que aprendemos desde el aula: el ejercicio de ver el sentido profundo de las cosas.
Así es que del cine me interesan dos de sus acepciones temporales, el reflejo del presente y el reflejo del futuro.
Primero, claro, está el reflejo del pasado. Aunque por ser el cine un arte reciente, describe reconstrucciones que más bien me hacen pensar cuan verídico será lo que presentan de algo concreto. Obviamente, con el pasar de los años el material existente servirá como reflejo de algo que ocurrió, pero cuando me refiero a reflejo -lo que realmente me interesa por mi deformación de arquitecto- estoy pensando en cómo se habitará un lugar, cómo será su clima, cómo se construirá y, además, en cómo han ido cambiando las ciudades a través del tiempo, para luego poder pensarlas y proyectarlas a futuro.
Y es por eso que el cine reflejo del presente es tan interesante para los arquitectos, pues desmenuza a la sociedad, revelando sus conflictos e intereses, presentando qué está pasando y mostrándonos hacia dónde podríamos ir. Se sumerge en la sociedad, analiza cómo nos articulamos y de qué manera la ciudad creada en el pasado encaja con un mundo que cambia a gran velocidad. Quizás un buen ejemplo de este cine es “American Beauty” (Sam Mendes, 1999), una película que sutilmente presenta al sueño americano reflejado en la familia, el trabajo y la interacción social. Ya tiene más de 30 años, pero sigue enormemente vigente. Es la que te detiene a apreciar una bolsa de plástico girar y volar por una corriente de aire.
Finalmente, las películas reflejo del futuro son las que más me interesan porque hacen una apuesta preguntándose hacia dónde vamos considerando lo que somos hoy, por supuesto, con aciertos parciales. Así, por ejemplo, ver las ciudades con sus perfiles de noche y los haces de luz iluminando el cielo me recuerda los afiches “Metrópolis” una película de hace casi cien años. O al transitar por ciertos barrios tengo la sensación de estar en alguna de las escenografías de “Blade Runner”, filme que presenta ciudades en varias dimensiones, subterráneos con metros en todas direcciones, estructuras en distintos niveles por donde pasan peatones, ciclistas, autos y trenes, además de ductos y cables de todo tipo de servicios. Todas las razas y géneros conviviendo juntos y, al igual que en “American Beauty”, nos muestra que al final la vida está en esos momentos insignificantes que se pierden como lágrimas en la lluvia.
Columna publicada por ArchDaily en el marco de los 10 años de ArqFilmFest LINK
*Martin Schmidt Radic arquitecto y socio fundador de Martin Schmidt Radic Arquitectos Asociados (2018). Ha colaborando con proyectos como la Bienal de Arquitectura Anónima, Mapocho 30 Kilómetros de Parque Urbano, la XIII Bienal de Arquitectura, y el Arquitectura Film Festival Santiago, ArqFilmFest, como miembro del jurado en su 2ª versión (2013).